Mantener y no morir en el intento. Las derramas.

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Mantener y no morir en el intento. Las derramas.

Ser propietario en una comunidad de vecinos conlleva ciertas responsabilidades, y una de las más temidas es la «derrama». Este término suele generar preocupación, pero ¿qué significa realmente y cómo afecta a los propietarios?

Desde la perspectiva de quien vive en una comunidad, una derrama puede parecer un gasto inesperado que desajusta el presupuesto personal. Sin embargo, entender su finalidad y cuándo se aplica puede ayudar a afrontarla con más tranquilidad.

### ¿Qué es una derrama según la Ley de Propiedad Horizontal (LPH)?

Una derrama es una contribución extraordinaria que todos los propietarios de una comunidad deben realizar para cubrir gastos no contemplados en el presupuesto anual. Es como un fondo de emergencia que se activa cuando surgen necesidades imprevistas de alto coste.

La Ley de Propiedad Horizontal (LPH) establece que estas contribuciones son necesarias para el mantenimiento adecuado del inmueble y que deben ser asumidas por todos los vecinos según su cuota de participación. El  indica que los gastos comunes incluyen mantenimiento, suministros y otros servicios. Pero cuando surge un gasto no planificado, como una reparación urgente en la fachada, se recurre a la derrama.

### ¿Por qué surgen las derramas?

Las derramas pueden aparecer en cualquier momento, como cuando se descubre una filtración de agua que afecta a la estructura del edificio. Si al revisar las cuentas de la comunidad no hay suficiente dinero para solucionarlo, la única opción es aprobar una derrama.

Otras razones pueden incluir la reparación del tejado, mejoras en seguridad o problemas estructurales. En definitiva, cualquier gasto urgente no contemplado en el presupuesto anual puede dar lugar a una derrama.

### ¿Quién decide si se aplica una derrama?

La aplicación de una derrama no es una decisión unilateral. Por norma general, se debe convocar una junta de propietarios para aprobarla. Sin embargo, en casos de urgencia, la junta de gobierno o el presidente pueden tomar la decisión sin necesidad de votación previa.

### ¿Cómo se distribuyen las derramas?

Las derramas suelen repartirse en función de la cuota de participación de cada propietario dentro de la comunidad. Esto implica que quienes poseen viviendas más grandes pagan una cantidad mayor que aquellos con inmuebles más pequeños.

Por ejemplo, si la reparación de la fachada cuesta 5.000 euros y tu cuota de participación es del 15%, deberás abonar 750 euros, mientras que otro vecino con una cuota del 5% pagará 250 euros.

En algunos casos, si la junta de propietarios lo acuerda, la derrama puede distribuirse equitativamente entre todos los vecinos, sin importar el tamaño de sus viviendas.

### ¿Es posible evitar las derramas?

Aunque no se pueden prever todos los imprevistos, sí se puede reducir la frecuencia de las derramas con un buen mantenimiento preventivo. Revisar periódicamente instalaciones eléctricas, tuberías y otras infraestructuras ayuda a evitar gastos inesperados.

También es recomendable contar con un fondo de reserva. De hecho, el artículo 9.f de la LPH establece que las comunidades deben disponer de un fondo destinado a reparaciones y conservación del edificio. Ahorrar un poco cada mes puede minimizar la necesidad de derramas en el futuro.

### ¿Es obligatorio pagar una derrama?

Si te preguntas si puedes negarte a pagar una derrama, la respuesta es «NO«.

Una vez que la junta de propietarios la aprueba conforme a la ley, todos los propietarios están obligados a contribuir, incluso si votaron en contra.

Eso sí, siempre puedes expresar tu punto de vista en la junta e intentar persuadir a los demás. Pero si la mayoría decide que la derrama es necesaria, no hay más opción que aceptarlo.

### ¿Qué sucede si no pagas la derrama?

Si decides no pagar, la comunidad puede emprender acciones legales para reclamar el importe adeudado.

Esto podría traducirse en recargos, intereses e incluso un procedimiento judicial.

En definitiva, una derrama es un gasto extraordinario que los propietarios deben afrontar para cubrir imprevistos, generalmente aprobado en junta y repartido según la cuota de participación. Aunque puedan generar inquietud, comprender su funcionamiento permite gestionar mejor la vida en comunidad.

Con un mantenimiento adecuado y una buena planificación financiera, es posible reducir la frecuencia de las derramas y evitar que se conviertan en un problema.

En MABESU, gracias a nuestra experiencia, trabajamos para que tu comunidad esté en óptimas condiciones y las derramas sean mínimas. Nuestro objetivo es gestionar los recursos de manera eficiente y anticiparnos a posibles imprevistos, garantizando el bienestar de todos los propietarios.

 

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